💡Epifanía Pasamos tan poco tiempo dentro de nuestras cabezas que nos dejamos llevar fácilmente por lo que sucede fuera de ellas. ❌Problema El origen de la ansiedad es un clásico, tanto así que lo olvidas del mismo modo que olvidas las películas de Rambo. Están ahí, las has visto montones de veces; cuando las mencionan dices «Ah, sí, las conozco», pero se esfuman de tu cabeza en el momento que dejas de pensar en ellas. Pasas la mayoría del tiempo agobiado por cosas que no te pertenecen: El enfado de tu jefe no te pertenece El mal tiempo no te pertenece El mal tráfico no te pertenece Llenas tanto tu mochila mental de cosas que NO te pertenecen… que luego no es de extrañar que se tensionen tus hombros y el dolor baje por tu espalda hasta gritar: «¡No siento las piernas!». Esta carga extra acaba sacando lo peor de ti, incluso entorpeciendo toda buena relación que tengas con otras personas y… contigo mismo (la mayor de tus relaciones). Pero ya basta, ¿no? Como decía Sylvester Stallone en Rambo: «Tu vigilas mi espalda y yo la tuya».
